viernes, 5 de noviembre de 2010

Misterios del...

La familia Güelll tuvo la visionaria idea de crear una urbanización donde las diferentes casas a construir estarían integradas en medio de un parque natural, disponiendo de espacios para pasear, jugar, acoger un mercado, etc. Y confiaron al genial Antoni Gaudí el diseño de este proyecto. Había nacido el Park Güell, que como urbanización fue un fracaso pero como legado nos dejó uno de los parques públicos más originales del mundo. En uno de los pocos edificios construídos en el interior del parque, vivió el propio Gaudí durante muchos años.


Gaudí potencia la naturaleza del lugar y el disfrute de la misma optando por crear sólo dos núcleos espectaculares como son la entrada de la calle Olot y la plaza elevada central. En el resto del proyecto se limita a ordenar bien los caminos o crear algunos nuevos usando los propios materiales del lugar (piedras). La genialidad es que Gaudí con piedras y cemento crea Columnas inclinadas que crean pórticos y sostienen sus nuevos caminos elevados.




Para sostener la plaza central Gaudí diseña 86 grandes columnas (algunas inclinadas), todas evocando el estilo griego para complacer al Conde Güell. Las columnas determinan una cuadrícula y con elementos prefabricados forma cuadrados sobre los que sitúa casquetes esféricos invertidos. Luego la arena compacta lo cubre todo y nace la plaza. Algunas columnas tienen en su centro tuberías que transportan la lluvia filtrada al espacio inferior del comunario donde hay escondida una gran piscina. El agua se puede aprovechar para regar los jardines adyacentes y una parte circula hacia abajo por el eje central de la escalinata a través de diversos elementos. Y aquí el maravillosísimo dragón formado de trocitos de cerámica de colores (una salamandra del parque hecha a gran escala) pasa a ser una gárgola de agua al salir por su boca uno de los tubos que la recibe de reserva.






Alrededor de la plaza se sitúa el famoso banco sinuosos cuya convexidad-concavidad logra con una sola pieza prefabricada de hormigón armado, al poder colocar dicha pieza tanto en un sentido como en otro. Para completar el recorrido de semicircunferencias que forman la base y el respaldo del banco, Gaudí añade unas formas sinuosas que funde con el bando a través del "trencadís" de cerámica.

En la entrada inferior de la calle Olot sitúa frisos y mosaicos hexagonales de "trencadís", un muro y los dos edificios de acceso para porteros y servicios que culmina con espectaculares superficies geométricas.


Valencia...


La Ciudad de las Artes y las Ciencias

Ingeniero, arquitecto y escultor, Santiago Calatrava nacido en Benimámet (Valencia), es sin duda uno de los creadores españoles con más proyección internacional. En su obra domina la geometría de las formas con singulares proyectos que abarcan desde grandes edificios (Turning Torso en Malmö, Aeropuertosde Bilbao y Lyon, Auditorio de Tenerife, Edificio BCE en Toronto, Chicago Spire de Chicago con 610 m de altura), puentes bellísimos (Puente Bach de Roda de Barcelona, Puente de la Mujer en Buenos Aires, Puente del Alamillo en Sevilla, Puente de 9 de Octubre en Valencia, el Nuevo Puente en Venecia...) y una larga lista de complejas construcciones de todo tipo (museos, estaciones, aeropuertos, instalaciones olímpicas, bodegas,...) en todo el mundo.

En las obras de Calatrava la influencia de Gaudí y de Félix Candela son claras: La estructura y su geometría son visibles y determinan la obra en sí.

Pero la obra culminante de Calatrava será sin duda la Ciudad de las Artes y las Ciencias en Valencia. En este complejo cultural hallamos, de momento, los siguientes elementos: El Hemisferio (tiene una forma exterior de ojo), El Museo de la Ciencia Príncipe Felipe (tiene una forma modular que recuerda el esqueleto de un dinuosaurio), El Umbráculo (conjunto de arcos flotantes), El Oceanográfico (cubiertade Félix Candela en forma de nenúfar), Palacio de las Artes Reina Sofía (con una singular cúpula), la Plaza Ágora, etc.

http://www.cac.es

jueves, 4 de noviembre de 2010

Pero qué très jolie che!!

La Torre Eiffel, mirador emblemático de la ciudad de París y joya de su Exposición de 1889 fue en su momento la estructura de hierro más alta (300 m) del mundo, completando una curiosa trilogía de grandes proyectos basados en estructuras de hierro: el Palacio de Cristal de 1851 en Londres que maximizó la superficie cubiertay el Puente de Brooklyn de 1883 en Nueva York que fue el de máxima longitud.


La Torre Eiffel (cuya funcionalidad fue siempre ofrecer miradores de la ciudad a distintos niveles) es una estructura de hierro reducida a sus componentes esenciales siendo el resultado de un diseño genial ideado y realizado por el ingeniero francés Alexandre Gustave Boenickhause-Eiffel (1832-19222).
Ingeniero-matemático fiel aplicador de la metodología científica y de esmerados procedimientos técnicos Eiffel pudo aplicar su larga experiencia constructora a su proyecto, el cual llevó a cabo en el tiempo previsto con menos del presupuesto asignado, sin ningún accidente laboral y con una precisión de diseño que hacen de la construcción de la torre un ejemplo ideal de referencia.

Levantar esta torre de 8.000 toneladas formada por 15.000 piezas exigió un cuidadoso proceso de montaje, de diseño de grúas y un algoritmo exacto para ir encajando todos los elementos estructurales desde las cuatro patas. Con pocos elementos puramente decorativos (como los arcos de la base), Eiffel tuvo especial cuidado en que su estructura "abierta" pudiera resistir vientos de los más fuertes (Eiffel se dedicó después a la aerodinómica) lo cual le exigió cálculos sofisticados. Sorprendentes fueron también en su momento la colocación y funcionamiento de escaleras mecánicas, escaleras de circulación y ascensores en trayectorias inclinadas. El propio Eiffel ya dijo "debería estar celoso de la torre, es más famosa que yo".

http://www.toureiffel.fr

Oh la la!! Proporciones en Notre Dame




La famosa catedral gótica (1160) de Notre Dame, en París (jorobado aparte) presenta un glorioso tributo a la simetría, no sólo por el plano central que la divide simétricamente sino por las simetrías que se aprecian en sus arcos puntados, en sus torres, en sus frisos de piedra, en su bellísimo rosetón central, en la planta de la basílica, etc.
En 1918, el historiador Frederick Macody Lund publicó un popular tratado titulado enigmáticamente Ad Quadratum dedicado de manera monográfica a presentar análisis geométricos de grandes catedrales góticas. El título en latín lleva implícita la tesis de Lund: Salvo algunos cassos (como la Catedral de Milán) donde se hicieron diseños basados en triángulos la mayoría de estos sacros edificios fueron planificados en planta, en alzado, secciones, fachadas, etc., en base a construcciones con regla y compás basados en cuadrados. De los gráficos de Lund se desprende que Notre Dame, la catedral de Chartres, la de León, etc., fueron proporcionadas a partir de cuadrados, lo que lleva inmediatamente a la aparición de proporciones, entre ellas ¡el número de oro!

Comparto esta joyita publicitaria donde la estrella es la Proporción Áurea:


El Partenón de Atenas



Atenas... el primer deseo subir la pequeña colina de piedra y maravillarnos con los restos arqueológicos de la Acrópolis (468-430 a.C.).


La diosa Atenea ganó un combate al dios Poseidón y tomo posesión de este lugar, el cual fue lugar sagrado y fortificado de difícil conquista.

"Acrópolis" significa "Ciudad alta", tras un muy ameno y palpitante ascenso se llega a la cima donde encontramos lo que estábamos esperando: lo que queda del Partenón (477-432 a.C.). Aunque estructuralmente era un tempo correcto pero no excepcional (las columnas debían ser muchas y muy juntas para sostener el techo cuyos móculos de piedra tenían limitaciones longitudinales evidentes).


Sin embargo las proporciones del edificio han elevado estos restos al mito de la estética arquitectónica. Si bien se cita a menudo la proporción áurea 1,618... en la fachada, es difícil determinar si realmente el diseño buscaba esta proporción o se trata de una que se aproxima a este valor. El que el Partenón albergara la estatua de Palas Atenea hecha por Fidias, el cual usaba la proporción del número de oro (simbolizado hoy con la ltrea griega "fi" en honor a Fidias) quizás contribuyó al mito áureo del Partenón.


Además del Partenón, nos maravillamos en la Acrópolis con el templo de Erectión, esencia del estilo jóonico, con sus cariátides que son columnas. La esbeltez del templo de Atenea Niké y los Propileos, no dejan de ser destacables.





Los criterios griegos para no hacer una restauración más contundente en la Acrópolis han sido desde hace años motivo de debate.

¡Y pensar que los turcos usaron estos monumentos como polvorines!